martes, 15 de abril de 2014

La conciencia humana su etica y moral




MORAL, ÉTICA Y  METAETICA
Cuando se habla de la moral ante el mundo social se dice que es la constitución de un conjunto de valores, normas e instituciones morales, existentes en una sociedad dada.
Los 3 tipos de morales que existen son: 
1. los sistemas morales concretos o conjuntos de normas y valores existentes en una sociedad que oriente y prescriba las conductas de modo inmediato.
2. Un lenguaje moral ligado directamente a la acción.
3. acciones que son catalogadas de morales o inmorales.


La ética es el nivel de pensamiento o filosofía que tiene por objeto de reflexión el primer nivel o de la moral.
También se cuestiona en 3 tipos:
1. precisar en que consiste lo moral.
2. precisar los bienes supremos.
3.buscar argumentos que fundamenten dichas propuestas éticas. 

  • La metaética
Si lo moral es el objeto de la ética, esta se convierte en el objeto de la metaética. se entiende por metaetica como la reflexión critica que analiza el discurso de la ética en lo relativo a sus pretensiones y a sus limites.



LA NATURALEZA HUMANA Y EL SENTIDO DE LA VIDA 

La naturaleza humana es donde los seres humanos tienden a compartir una serie de características que los distinguen e incluyen su forma de pensar, actuar y sentir.
Los seres Humanos se distinguen por diferentes distinciones como la ética, teología y la política. Existen ramas de la ciencia asociadas con el estudio de la naturaleza que son sociología, socio-biología y la psicología. Existen también psicología de desarrollo y psicología evolucionista.

Las principales formas de estudiar la naturaleza Humana son:
  • religión 
  • psicología
  • filosofia
  • ciencia



La naturaleza humana y la ética

La naturaleza humana invita a alcanzar el fin que le es más propio, a no conformarse con su punto de partida, sino a aceptar la tensión del anhelo de perfección, de excelencia, que hay en ella. "Hombre, atrévete a ser quien eres", sería el compromiso que plantea la capacidad de acción del hombre. "Atreverse indica que depende de una decisión de la voluntad de cada quien: el hombre en este sentido es una tarea para sí mismo: en sus manos está el acertar o el fracasar.
Justamente se puede hablar de vidas fracasadas si resulta que ya está inscrita en toda existencia la posibilidad de lo mejor. De no ser así, a lo sumo podría decirse que hay distintas opciones, más o menos atractivas pero igualmente válidas. De ese modo, ser justo o injusto dependería de una decisión emocional, pero no habría diferencia de valor entre esas dos actitudes. Pero la verdad es que eso no se lo cree nadie: el justo atrae, el malvado repele. Pero centremos la atención sobre esa idea: el hombre es libre. ¿De qué modo va a influir este hecho en la acción de la persona?
Por un lado, el bien y la verdad sólo se pueden alcanzar libremente.





  LOS ACTOS HUMANOS 

Los actos humanos son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los que realiza con conocimiento y libre voluntad. En ellos interviene primero el entendimiento, porque no se puede querer o desear lo que no se conoce: con el entendimiento el hombre advierte el objeto y delibera si puede y debe tender a él, o no. Una vez conocido el objeto, la voluntad se inclina hacia él porque lo desea, o se aparta de él, rechazándolo.
Sólo en este caso cuando intervienen entendimiento y voluntad el hombre es dueño de sus actos, y por tanto, plenamente responsable de ellos. Y sólo en los actos humanos puede darse valoración moral.
Por su relación con la moralidad, el acto humano puede ser:
1) Bueno o lícito, si está conforme con la ley moral (por ejemplo, el dar limosna).
2) Malo o ilícito, si le es contrario (por ejemplo, mentir).
3) Indiferente, cuando ni le es contrario ni conforme (por ejemplo, el caminar)
Aunque ésta es la división más importante, interesa señalar también que, en razón de las facultades que lo perfeccionan, el acto puede ser:
a) Interno: el realizado a través de las facultades internas del hombre, entendimiento, memoria, imaginación…, por ejemplo, el recuerdo de una acción pasada, o el deseo de algo futuro.
b) Externo: cuando intervienen también los órganos y sentidos del cuerpo (por ejemplo, comer o leer).



LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA

Se deriva del adjetivo latino 'digno y se traduce por «valioso». Hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad.

La educación juega aquí un papel importante, puesto que el auténtico ejercicio de la libertad, más allá de la arbitrariedad del comportamiento extrema, exige la formación de la inteligencia y de la voluntad, facultades específicas del espíritu humano. Lógicamente, el presupuesto es el de la existencia de cierto grado de libertad posible en el ser humano y la negación de un determinismo radical. La universalización o globalización de la dignidad es un presupuesto para la consecución de una verdadera emancipación y pacificación moral de la humanidad: el ser humano, varón o mujer, niño o anciano, enfermo o sano, religioso o ateo, malvado o benevolente, blanco o negro... es «siempre digno», porque puede decidir qué ser, porque no es sólo lo que es, sino también sus aspiraciones y proyectos personales. Incluso al ser más abyecto hay que reconocerle la posibilidad de ser otra cosa que lo que es. Así, la vida humana es respetable siempre porque puede ser algo más que vida, vida con sentido, o sea, biografía.


LA  CONCIENCIA HUMANA

La conciencia es el conocimiento de la existencia, pensamientos, sensaciones y alrededores. Al examinar la conciencia humana, te encontrarás sumergiéndote en un mar de preguntas sin respuesta que lleva a más preguntas. Esto no significa que no vale la pena investigar las respuestas que parecen inalcanzables, pero se requiere paciencia para seguir adelante. Incluso con las teorías, la cuestión principal de este tema no puede, hasta el momento, contestarse totalmente. ¿Está la conciencia conectada al cerebro o es su propia entidad, que existe libre del cuerpo físico?

Las ideas de la conciencia también tienen raíces en la religión y la espiritualidad. La meditación religiosa, tales como la oración, permiten alcanzar un estado superior y puro de conciencia que, en su cenit, da una conciencia universal independiente del tiempo. Diferentes niveles de conciencia se dice que varían desde el sueño a la conciencia pasiva a la conciencia activa y finalmente a una trascendencia de Dios. Esta conciencia también es acompañada por el libre albedrío, la memoria, el razonamiento y la toma de decisiones.

LA CONCIENCIA PARA LA PSICOLOGÍA

Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria. Observamos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Podemos decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo. 


Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos psicológicos como nuestros; a la vez, dichos fenómenos psicológicos constituyen una unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.





LA CONCIENCIA MORAL

Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar.




EL JUICIO MORAL Y EL JUICIO ÉTICO 

Se llama juicio moral a aquel acto mental que afirma o niega el valor moral ante 
situación determinada o un comportamiento del que somos testigos, es decir, 
el juicio moral que se da como resultado se pronunciará específicamente sobre la 
presencia o ausencia de ética en un hecho o actitud. 

Los juicios morales son posibles gracias al sentido moral que todo ser humano 
posee. Este sentido moral es el resultado de los esquemas, normas y reglas que 
hemos ido adquiriendo y aprendiendo a lo largo de nuestra vida. En primera 
instancia será la familia, los padres y los abuelos quienes nos transmitirán esa 
información y preceptos, luego, las instituciones educativas en las cuales 
intervengamos y en última instancia el medio ambiente en el cual nos 
desenvolveremos, el cual también nos irá diciendo e indicando que está bien, qué 

está mal, nos guiará sobre lo bueno, sobre lo malo, entre otras cuestiones.